Nacida el 19 de julio de 1923 en General Cabrera, provincia de Córdoba, hija de un jornalero y huérfana de madre desde muy niña, debió dejar la escuela a los 10 años para empezar a trabajar. De joven se mudó a Buenos Aires, donde conoció a José Manuel Pérez, con quien se casó en 1952. Tras el secuestro de su único hijo y su nuera, Argentina se debió encargar de la crianza de Mariana, su nieta mayor. Aún así, siempre estaba presente en las marchas y actos con las Abuelas de Plaza de Mayo. Ya viuda y con Mariana en la escuela secundaria, empezó a trabajar todos los días en la sede de la Asociación. Cocinera de oficio, agasajaba a sus compañeras con sus tartas, guisos y pastas. “Es bueno que la gente sepa lo que nos pasó y que no se olviden. A mí me gusta cuando vienen de los colegios o las Abuelas vamos para allá y los chicos preguntan, me pongo contenta. Yo quiero que no se olvide para que no ocurra nunca más”, decía.
"Yo no quiero que la gente me tenga lástima. Quiero que reflexione, piense y escuche que todos los casos de Abuelas son diferentes”